Causas del desgaste y deterioro prematuro de los neumáticos
Desgaste prematuro: Un desgaste anormalmente rápido de los neumáticos puede ser debido al tipo de carretera, velocidad y estilo de conducción, temperatura ambiente y clima, potencia del vehículo o una elección incorrecta del neumático para el tipo de trabajo que va a desarrollar.
Resulta muy frecuente ver remolques para turismo, muy sobrecargados, calzados con ruedas pequeñas y neumático no reforzado, todo ello rodando a una velocidad lógicamente identica al vehiculo tractor, que va mucho mejor calzado. Si tiene un remolque, haga revisar sus ruedas por un experto y no circule a mayor velocidad de la recomendad por el fabricante.
Desgaste anormal en uno de los bordes: Puede ser debido a un desreglaje del paralelismo de los neumáticos (alineación) o un carrozaje o contracarrozaje excesivos:
Aunque solucione el problema deberá comprobar el estado de los neumáticos, ya que si el desgaste es ya bastante pronunciado, el vehículo continuará teniendo derivas, por lo que deberá reemplazar los neumáticos implicados.
Desgastes debidos a presiones de inflado incorrectas: Una presión incorrecta en sus neumáticos derivará en un desgaste irregular que puede ser de dos tipos :
Debe vigilar sus presiones regularmente y seguir las indicaciones del fabricante y de acuerdo a la presión más correcta en finción de la carga y el recorrido a realizar.
La comprobación debe realizarse SIEMPRE "en frío" lo que significa que el neumático no debe haber estado rodando ya que la medición será incorrecta (Superior debido a la mayor presión por la temperatura)y siempre deberá utilizar manómetros homologados y de calidad.
Deterioro de la goma: El neumático es un compuesto formado por diversos materiales, por lo tanto es susceptible de sufrir alteraciones en su composición a causa de agentes externos: El paso del tiempo, la acción de la luz solar, etc. el neumático "envejece" y pese a tener suficiente profundidad en el dibujo, puede no ser recomendable para su uso.
Esto se observa con facilidad, ya que comienzan a aparecer por su superficie múltiples grietas, en éste punto, el neumático ha finalizado su vida útil.
Asimismo, los hidrocarburos, disolventes, ácidos, etc., atacan muy agresivamente el compuesto de goma, deteriorándola por completo, el aparcar sobre una mancha fresca de aceite puede dejarnos una desagradable sorpresa el día siguiente, ya que la cubierta puede hincharse, reblandecerse, volverse pegajosa..., por lo tanto, en el momento que notemos que puede haber existido alguno de éstos casos, deberemos cerciorarnos de su estado antes de correr riesgos innecesarios.
Cortes: Producidos por piedras, cristales, metales, etc. Pueden producir desperfectos en la estructura del neumático, de mayor o menor consideración y dependiendo del daño causado pueden tener ó no reparación, lo que deberá ser determinado por personal experto.
CHOQUE-PELLIZCO: El aplastamiento de la carcasa puede ser suficiente para que se encuentre "pellizcada" entre el obstáculo y el borde de la llanta, en éste caso, aunque no se pueda apreciar externamente, internamente pueden haberse dañado varias lonas, este deterioro se incrementará si el neumático sigue trabajando y cuando la rotura sea lo suficientemente grande, hará que el empuje del aire, del interior del neumático, produzca un abultamiento parecido a un "chichón", en este caso HAY QUE CAMBIAR INMEDIATAMENTE LA CUBIERTA , ya que el riesgo de sufrir un reventón es inminente. Este tipo de daño es muy común al subirse a una acera ó superar un agujero en la calzada a una velocidad algo alta, por lo que hay que tener un gran cuidado al efectuar éstas maniobras.
Desgastes irregulares: Puden ser producidos por diversos motivos: Amortiguadores en mal estado, problemas en el sistema de dirección, anomalías en el funcionamiento del sistema de frenado (o un bloqueo del neumático debido a una frenada de emergencia excesiva). En cada uno de éstos casos habrá que detectar y corregir el problema mecánico que origine el desgaste.